¿Qué hacer para enseñar a tus hijos el amor por la naturaleza?

¿Qué hacer para enseñar a tus hijos el amor por la naturaleza?

¿Qué hacer para enseñar a tus hijos el amor por la naturaleza?

Ser padres contempla un sinfín de ocupaciones que van más allá de ofrecer cosas materiales a los niños, comprende también incentivar y fomentar valores que les permita crecer y desarrollarse como buenos ciudadanos. El amor y respeto por la naturaleza es un fundamento muy importante que no solo tiene impacto a inmediato plazo, sino también a mediano y largo plazo. 

En este sentido, ese amor debe fomentarse desde pequeños, a fin de formar personas  respetuosas con el medio ambiente y felices de poder disfrutar el contacto directo con la naturaleza. ¿No sabes cómo promoverlo? Aquí te dejamos algunos consejos para disfrutar en familia de actividades divertidas, tiempo de calidad y favorable con la naturaleza. 

  1. Hacer excursiones, un plan al campo, parques naturales o sitios abiertos en los que podamos estar en contacto directo con las plantas y los animales, siempre será una idea divertida, económica y perfecta para cualquier fin de semana o día feriado. 
  2. Tener plantas en casa. Otra manera económica de incentivar el amor y respeto por la naturaleza es tener un jardín casero, pero si no hay espacio para sembrar, las macetas pueden ser nuestro mejor aliado. Lo importante aquí es que los niños puedan sentir la responsabilidad diaria de atención que necesitan las plantas y que, además, vivan el proceso de transformación (crecimiento, florecimiento y época de cosecha, entre otros) que experimentan cuando están bien atendidas. De este modo, serán más conscientes de su cuidado.
  3. Tener mascotas en casa. No solo se trata de las plantas, los animales también son seres vivos que pueden motivarnos a querer el medio ambiente, en este sentido, podrás promover principios de compasión y cariño por quienes están más indefensos, o por aquellos que son diferentes a nosotros. La idea de adoptarlos de los refugios o rescatarlos de la calle, suele ser aún más emotiva.
  4. Haciéndoles observar todo lo que le rodea. No importa si vives en la ciudad, siempre existen oportunidades para ver y analizar nuestro entorno como parte de la vida. En este sentido, enséñale a observar con admiración la vida natural, los pájaros, nubes, árboles, insectos, cambios de temperatura y situaciones que representen parte de la vida. 
  5. Sensibiliza sobre el impacto del ser humano en el medio ambiente. Enseña a los niños las notables diferencias entre la ciudad y el campo, los efectos que representa los daños ambientales que producen los seres humanos, como no hacer la clasificación de la basura, los ruidos y el humo y cómo afecta esto en la contaminación del ambiente y el calentamiento global. 
  6. Visiten espacios donde se aprecie la naturaleza. Cuando puedan puedes preparar un paseo a lugares como un jardín botánico o museo de ciencias naturales, de este modo podrá abrir sus conocimientos respecto a otras formas de vida y los aspectos que se requieren para promover su existencia. 
  7. Creemos un huerto. Una de las cosas más gratificantes de la vida es poder comer los productos de nuestra propia cosecha, aquellos que con amor hemos plantado y cuidado hasta lograr hacer uso de sus frutos. Si tienes lugar para ello, sería genial, en caso contrario, existen muchas técnicas para la siembra en balcón, terrazas y azoteas, solo hay que poner un poco de imaginación. 
  8. Sensibiliza a tu hijo sobre la importancia de todas las personas. Los niños deben estar entendidos de que todos somos importantes para la preservación de la vida y que cada quien tiene un impacto positivo en cuanto a sus funciones. En este sentido, quienes ejercen trabajos de jardineros, barrenderos y encargados de limpiar, también son tan valiosos en nuestra sociedad como los empresarios, gerentes de ventas y demás oficios. 

El amor por la naturaleza es un valor importante para fomentar ciudadanos con buenos sentimientos, que respeten el medio ambiente y sean conscientes de su rol en su en esta sociedad.