Hola, nos da gusto tenerte aquí una vez más. Queremos compartir contigo algunos consejos que tenemos para que puedas afrontar los cambios que le ocurren a tus hijos al pasar por esta etapa.
La adolescencia comprende una etapa en la que el niño ya no es pequeño pero tampoco adulto y los cambios en la apariencia (el cuerpo, los rasgos, la voz…) van acompañados de modificaciones en los comportamientos, emociones y conductas, que mezclan actitudes infantiles y juveniles.
Estas 8 pautas pueden ayudarte:
1. Mantén la calma y apóyalo
Es importante que tengas paciencia y recuerdes que, aunque a veces muestre rechazo, en esta etapa el niño necesita especialmente el apoyo de las personas que le rodean y le quieren. Se trata de un periodo confuso y en el que la autoestima baja y la seguridad se tambalea. Esto puede generar agresividad, cambios de humor repentinos o actitudes duras hacia los padres, pero trata de evitar el enfrentamiento, aporta siempre la visión adulta y muéstrale tu cariño incondicional.
2. Escucha y pregunta
Haz que se sienta escuchado cuando se decida a contarte algo sin juzgarlo, procura prestar mucha atención a la plática para poder establecer una charla de manera empática si es necesario preguntar algunos detalles que no entendiste, hazlo pero procura hacerlo de manera discreta buscando el momento indicado sin perder la armonía de la charla.
3. Fomenta el razonamiento y la lógica
Durante esta etapa el adolescente puede tender al aislamiento y evitar las conversaciones con los padres. Haz que se sienta en absoluta confianza cuando decida contarte alguna situación que le está sucediendo, evita hacer comentarios negativos acerca del tema, pregúntale con cautela cómo se siente al respecto, pide su opinión y demuéstrale que te interesa lo que piensa. Puedes aprovechar momentos cotidianos y tranquilos para dedicar tiempo a charlar de todo tipo de temas, ayudarle a comprender sus sentimientos, sus cambios físicos o las nuevas experiencias a las que se enfrenta y fomentar la comunicación en el ámbito familiar.
4. Trabaja la responsabilidad
Tratarlo como un adulto y otorgarle responsabilidades contribuye a su desarrollo psicológico, madurez y a la adquisición de valores.
5. Involúcrate en su educación
Apoya su esfuerzo y ayúdale a marcar rutinas y hábitos y prepáralo para las decisiones que deberá tomar en su futuro laboral y académico.
6. Mantén unas normas
Usa reglas le ayudarán a establecer la estructura de seguridad que necesita, dale la oportunidad de negociar algunas normas.
7. Cuida su salud
Aunque la adolescencia es una etapa con menos riesgo de enfermedad que la infancia, hay que seguir cuidando el cuerpo para que el desarrollo sea correcto. Durante esta etapa es muy recomendable cuidar la alimentación, el descanso y el ejercicio físico.
8. Vigila sus comportamientos y ante problemas serios, busca ayuda
Permanece atento a los acercamientos al alcohol, las drogas, amistades poco recomendables, trastornos alimenticios o adicción a las tecnologías y demuéstrale que no está solo.